Como ya se ha comentado en otros artículos, el suicidio es una realidad que convive cada vez más con nosotros. Desde hace 15 años, es en España la primera causa de muerte no natural, habiendo llegado a cifras de casi 4000 casos en un año.

Por la magnitud y el sufrimiento que supone, se hace necesario conocer un poco más en profundidad qué es y qué no el suicidio.

Para ello, veamos mitos muy extendidos y la realidad:

MITOREALIDAD
Los intentos de suicidio son llamadas de atención.En realidad, los intentos de suicidio son maneras de expresar y comunicar al entorno un elevado nivel de sufrimiento y desesperanza.
Si una persona quiere suicidarse realmente, no avisa.En 8 de cada 10 suicidios consumados, hubo preavisos. Obviar los intentos es, por tanto, una irresponsabilidad. Son posibilidades de ayuda.
Suicidarse es de cobardes y egoístas que no valoran el sufrimiento que sus muertes generarán en los suyos.El suicidio no va de cobardía o egoísmo, si no de sufrimiento intolerable. Además, la persona con frecuencia comenta que su muerte la entiende como la única forma de privarles también de sufrimiento a sus familiares. Se debe escuchar a la persona antes de sacar conclusiones. Tienen sus motivos, y generalmente, no coinciden con los que la sociedad intuye.
Hablar de suicidio en los medios de comunicación provocará “efecto llamada”En realidad, hablar de suicidio (con información veraz y de un modo adecuado) fomenta la sensibilización, la desestigmatización y el conocimiento de recursos.
No se puede evitar que una persona quiera suicidarse.No se pueden evitar todos los casos, pero sí un gran número de ellos, con estrategias de detección temprana y asistencia psicológica y psiquiátrica continuada y de calidad.
Quien está decidido a morirse, se mata.Como en todo, existe un conflicto interno, una ambivalencia entre la vida y la muerte.
Detrás de cada suicidio hay una depresión grave.La depresión es sólo una de las causas, pero tras un suicidio pueden darse otros motivos y/o diagnósticos de enfermedad mental.

No es justo reducir a argumentos simplistas una realidad tan compleja. Perdamos el miedo o la incomodidad de hablar del suicidio, leamos y escuchemos sobre ello. El conocimiento nos protege y sólo así podremos contribuir para atajar este problema de índole social.

En NB Psicología llevamos años atendiendo casos en los que concurren los pensamientos suicidas. Conocemos el dolor que hay detrás, y ofrecemos intervenciones ajustadas a las necesidades de cada caso.

Paula López

Psicóloga sanitaria en NB Psicología

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